jueves, mayo 10, 2012

Postales y poemas


Todavía estáis a tiempo de participar en el bonito proyecto de Librosfera, consistente en un intercambio de poemas vía postal, como en los viejos tiempos. Yo ya me he apuntado y he tomado nota para ponerlo en práctica con mis alumnos. Ahí queda, por si alguien quiere recibir y regalar poemas. La inscripción es hasta hoy, 10 de mayo, así que sólo quedan unas horillas...

sábado, mayo 05, 2012

Y en tanto cae la lluvia en el cielo de Sevilla

Imagen de Akzhana Abdalieva

Una imagen que, junto al día de lluvia, me recuerda las invernales horas del poema de Rubén Darío, aunque estemos en mayo ya, el cielo sea de Sevilla y lo que cae, en vez de nieve, sea lluvia. Parecidos razonables...Feliz fin de semana.

En invernales horas, mirad a Carolina. 
Medio apelotonada, descansa en el sillón, 
envuelta con su abrigo de marta cibelina 
y no lejos del fuego que brilla en el salón. 

El fino angora blanco junto a ella se reclina, 
rozando con su hocico la falda de Aleçón, 
no lejos de las jarras de porcelana china 
que medio oculta un biombo de seda del Japón. 

Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño: 
entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris; 
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño 

como una rosa roja que fuera flor de lis. 
Abre los ojos; mírame con su mirar risueño, 
y en tanto cae la nieve del cielo de París.

viernes, marzo 23, 2012

Imagen para un relato


Fotografía de Nancy Fouts


Si hay imágenes que pueden explicar e inspirar una greguería, sin duda son las que crea Nancy Fouts. Las he visto en Recogedor y me han llamado la atención por su originalidad, por su ruptura de la lógica...así que no descarto utilizarlas para alguna actividad de escritura. Hoy traigo aquí una de ellas para ilustrar este relato de Marco Denevi, al que la foto de arriba le viene que ni pintada. Y así le doy un poco de vidilla al blog, que lleva tres meses ya empezando la eternidad con un lunes...


Toledo. Aviso del 7 de junio de 1691. He oído decir que ayer, en la prisión del Buen Socorro, sucedió un hecho al que nadie puede hallarle explicación. Cierto marinero natural de las islas del trópico, en las Indias Occidentales, de nombre Pablillo Tonctón o Tunctón, había sido condenado a la hoguera por brujo y otros crímenes contra Dios. Varios días antes de ser quemado vivo, pidió a sus guardianes una botella y los materiales necesarios para construir un barco en miniatura. Los guardianes pensaron que en el escaso tiempo de vida que le quedaba, no podía dar término a aquella labor que requiere una larga paciencia, pero accedieron igualmente a sus deseos. Contra todo lo previsible, al cabo de tres días el diminuto navío estaba terminado. La mañana fijada para la ejecución del marinero, cuando los del Santo Oficio fueron en su busca, encontraron que la celda se hallaba vacía, lo mismo que la botella. Ni Pablillo Tonctón estaba allí, ni el barco en miniatura. Otros condenados que esperaban su turno afirmaron que la noche anterior habían oído un ruido como de velas, chapoteo de muchos remos y voces de mando. (Jerónimo de Zúñiga. Avisos, 3 tomos. Toledo, 1687-1712)


Marco Denevi. Falsificaciones



lunes, enero 02, 2012

Comienzo con poema

Imagen de Judith Clay, vista en El baúl que no tenía mi abuela

Qué mejor inicio del año y de la semana que con un poema...Me ha parecido muy apropiado éste, dedicado al paso de los días, a un lunes de comienzos, como hoy. El poema es de un poeta cubano que descubrí no hace mucho, Eliseo Diego. Os dejo con él.

COMIENZA UN LUNES

La eternidad por fin comienza un lunes
y el día siguiente apenas tiene nombre
y el otro es el oscuro, el abolido.
Y en él se apagan todos los murmullos
y aquel rostro que amábamos se esfuma
y en vano es ya la espera, nadie viene.
La eternidad ignora las costumbres,
le da lo mismo rojo que azul tierno,
se inclina al gris, al humo, a la ceniza.
Nombre y fecha tú grabas en un mármol,
los roza displicente con el hombro,
ni un montoncillo de amargura deja.
Y sin embargo, ves, me aferro al lunes
y al día siguiente doy el nombre tuyo
y con la punta del cigarro escribo
en plena oscuridad: aquí he vivido.